El universo de la política y del poder está en constante movimiento. Comprender este dinamismo y desarrollar la interpretación de una realidad emergente, es fundamental hoy para tomar protagonismo en las diferentes esferas sociales. Pocos dudan que estamos iniciando una nueva era, en la que, antes que nada, debemos saber leer lo no pensado.

Precisamente, en mi libro titulado «Articuladores de lo posible» ofrezco una mirada acerca de los principales factores que de una forma contundente entran en juego e intervienen en el mundo de la política y el poder modificándolos: la educación, la información, la comunicación, la salud, el empleo, la tecnología y la conciencia, entre otros. Y escojo estos porque ya hoy están atravesados por un profundo cambio o por la demanda de que se produzca. Junto a esta demanda implícita, vivimos un profundo vacío en las políticas públicas y, hasta hace poco, en la preocupación ciudadana. El movimiento que ha despertado a Chile y que se mueve por distintos países del mundo, representa una evidencia de lo que planteo.

Quienes quieran trabajar con personas en el ejercicio de la política o que estén en relación con el poder, necesitan escuchar con atención esta realidad emergente. Identificarla será útil para obtener una visión sistémica y necesaria para ejercer el arte de la política y el poder o para acompañar a quienes están o quieran estar en ellos.

Cómo se expresa la realidad emergente

En el capítulo 12 de mi libro «Articuladores de lo posible» analizo con detalle esta idea de realidad emergente. Pero no solamente hablo de los nuevos espacios que los seres humanos estamos creando, sino también de un concepto del tiempo que pone su acento en la experiencia distinta del vivir, cuando pasamos por el propio tiempo de una manera diferente.

En su famosa obra «El aroma del tiempo», el filósofo coreano Byung-Chul Han explica esta circunstancia de una forma muy interesante y esclarecedora. En síntesis, mantiene que la manera en que vivimos el tiempo condiciona toda nuestra experiencia. Así, las nuevas generaciones que dejaron atrás la linealidad de un relato que permitía desde la comprensión de un pasado, que sigue durando, predecir el futuro, se enfrentan a una vivencia ambigua y discontinua que impide cierto tipo de esfuerzos y abre preguntas muy diferentes a las que otras generaciones se hicieron. Esto puede explicar una creciente tendencia al aburrimiento cuando no están subidos a la “ola” de un presente excitante. ¿Que sentido tiene la espera de lo desconocido e improbable? y también un desapego que puede permitir una mayor creatividad.

¿Qué factores están determinando esta realidad emergente? Acabo de citar seis líneas para comprender mejor la sociedad actual en la que estamos incluidos, volveré a ellas abriendo brevemente su sentido.

1. Una educación que está anclada en el pasado y sigue poniendo más énfasis en el conocimiento técnico que en la vida y las formas de vivirla

2. La tecnología y la manera en que irrumpe de forma transversal en todas nuestras actividades y las modifica, instalando con ello nuevas prácticas

3. La salud y su impacto en el alargamiento de nuestro existir. ¿Cómo será vivir en un mundo donde las personas lleguen a superar los 100 años como esperanza de vida?

4. El empleo y su significado real en el futuro. ¿De qué manera podremos usar el tiempo sin tener que rendir tributo a la frase «ganarás el pan con el sudor de tu frente»?

5. La acumulación de información y el perfilamiento de nuestras conductas que puede lograrse a través de la inteligencia artificial. ¿Seremos nosotros, los seres humanos, el negocio de las grandes organizaciones que siguen nuestra huella?

6. El emerger de una nueva conciencia. Es evidente que un ser humano con una conciencia distinta empieza a hacerse visible. El respeto por el planeta o la colaboración sin el requerimiento de pertenencia dan prueba de ello

En el capítulo se expresan las ideas principales que tras estos factores están transformando nuestra forma de vivir y aún lo harán de una forma más contundente, afectando el concepto que hoy tenemos de la política y la forma de ejercer el poder.

Necesitamos tener los ojos bien abiertos para identificar cada signo, cada mariposa que surca las distancias del planeta. Requerimos una investigación bien específica para recolectar las herramientas y los análisis necesarios que pueden ayudarnos a comprender el mundo actual y que enseguida tendremos que desaprender.

Cómo prepararse para la realidad emergente

Esta realidad emergente de la que hablo aquí y en mi libro, no tiene que tomarnos por sorpresa. Las cosas que emergen no dan tiempo a una preparación; simplemente estallan, sin aviso ni advertencia. Solo nos queda anticiparnos y el primer paso es la aceptación de formar parte de un sistema en movimiento que no se detendrá y cuya dirección aún es hipotética; sólo nos queda saber movernos dentro de él.

Este análisis holístico de los principales factores que están interviniendo en el universo de la política y el poder no tienen el propósito de la explicación académica de lo que nos sucede, sino la pretensión de movilizar nuestra conciencia para dejar de ser espectadores de aquello que terminará marcando nuestro futuro.

Recuerda que lo importante es estar preparado.

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